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Cuidarte para cuidar: 6 medidas preventivas para trabajadores sociales

¿Sabías que las medidas preventivas para tu bienestar son clave para poder cuidar a los demás de manera efectiva? El trabajo de los/las trabajadores sociales es fundamental, pero también implica desafíos emocionales y físicos. Priorizar tu salud es esencial para seguir ofreciendo un apoyo adecuado. En este artículo, te presentamos 6 medidas preventivas que te ayudarán a mantener tu energía y bienestar intactos.
1. Mantener una postura adecuada para evitar lesiones
· Ajustar el espacio de trabajo: Es importante asegurarse de que la mesa y la silla estén ajustadas a la altura correcta para evitar tensiones innecesarias en la espalda, cuello y muñecas.
· Adoptar una postura ergonómica: Mantener una postura recta con los pies apoyados en el suelo y la espalda alineada para evitar encorvarse.
· Realizar descansos frecuentes: Si pasas mucho tiempo sentado o de pie, haz pausas cortas para estirarse y cambiar de posición, lo que ayudará a evitar la fatiga muscular.
2. Gestionar el estrés de manera efectiva
· Practicar la respiración profunda: Se recomienda realizar respiraciones profundas y conscientes durante el día para reducir el nivel de estrés y mejorar la claridad mental.
· Tomarse un tiempo para desconectar: Es esencial organizar el día para incluir descansos y actividades fuera del trabajo que permitan relajarse y recargar energías.
· Buscar apoyo emocional: Hablar con otras personas si la carga emocional se vuelve demasiado pesada puede ser útil para aligerar el estrés.
3. Priorizar el descanso para mantenerse renovado
· Establecer una rutina de sueño: Dormir entre 7 y 8 horas cada noche es fundamental para la salud física y mental.
· Crear un ambiente relajante: Es importante asegurarse de que el dormitorio sea un espacio tranquilo y oscuro para lograr un sueño reparador.
· Evitar las pantallas antes de dormir: Reducir el uso de teléfonos y computadoras antes de acostarse ayudará a mejorar la calidad del sueño.
4. Mantener una alimentación equilibrada y saludable
· Incluir variedad de alimentos: Se debe asegurar que la dieta contenga una mezcla de frutas, verduras, proteínas (como pescado y legumbres) y grasas saludables (aguacates, frutos secos).
· Controlar las porciones: Comer en cantidades moderadas es clave para mantener un peso saludable y evitar sobrecargar el organismo.
· Hidratarse adecuadamente: Beber suficiente agua es esencial para el funcionamiento adecuado de todos los sistemas del cuerpo, evitando bebidas azucaradas y alcohólicas en exceso.
5. Hacer ejercicio regularmente para mantenerse activo
· Encontrar una actividad que se disfrute: Ya sea caminar, nadar, hacer yoga o bailar, es importante elegir algo que motive a moverse de manera regular.
· Dedicar al menos 30 minutos al día: Si es posible, realizar actividad física diaria puede mejorar tu la salud cardiovascular y reducir el estrés.
· Incorporar movimientos en la rutina diaria: Si no tienes tiempo para ejercicio formal, puedes buscar formas de moverse durante el día, como subir escaleras o dar un paseo corto.
6. Establecer límites y buscar ayuda cuando sea necesario
· Reconocer los límites propios: Es crucial no sobrecargarse de tareas. Si no puedes realizar algo, es mejor delegarlo o pedir ayuda.
· Buscar apoyo profesional: Si el trabajo emocional afecta, hablar con un terapeuta o consejero puede ser útil. La salud mental es tan importante como la física.
· Compartir la carga: Hablar con otros/otras trabajadores sociales o colegas sobre cómo gestionan el estrés y la carga laboral puede facilitar el apoyo mutuo y la colaboración.
No se puede dar lo mejor a los demás sin cuidarse primero. Priorizar el bienestar físico y emocional mediante medidas preventivas permite enfrentar los desafíos diarios y brindar apoyo efectivo. Si eres trabajador/a social, haz del autocuidado una prioridad y verás cómo mejora tu trabajo.