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TDA Y TDAH: ¿Cuál es la diferencia?

Muchos hemos oído hablar sobre los trastornos de TDA y TDAH, pero ¿cuál es la diferencia?  

Pues bien, el TDA (Trastorno por Déficit de Atención) se caracteriza por la dificultad para mantener la atención, organizar tareas y seguir instrucciones. El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad), además de los problemas de atención, incluye síntomas de hiperactividad e impulsividad. Esto puede manifestarse en comportamientos como moverse constantemente, hablar excesivamente y tomar decisiones impulsivas. 

Tanto el TDA como el TDAH pueden tener un impacto significativo en el desempeño laboral de las personas que los padecen: 

· Dificultades de atención: Pueden tener problemas para mantener la concentración en tareas prolongadas, lo que puede afectar su productividad y eficiencia. 

· Problemas de organización: Pueden tener dificultades para planificar, priorizar y gestionar sus tareas de manera efectiva. 

· Impulsividad: Las personas con TDAH pueden tener problemas para controlar sus impulsos, lo que puede llevar a tomar decisiones apresuradas o a tener dificultades para seguir instrucciones. 

· Hiperactividad: En el caso del TDAH, la hiperactividad puede dificultar la capacidad de las personas para permanecer sentadas y enfocadas en su trabajo. 

Existen diversas estrategias que pueden ayudar a los trabajadores con TDA o TDAH a mejorar su desempeño laboral: 

Para personas trabajadoras con TDA: 

· Establecer rutinas y estructuras de trabajo.  

· Utilizar herramientas de gestión del tiempo.  

· Hacer descansos regulares para recargar energías, se recomienda descansar de 5 a 10 minutos cada 60 a 90 minutos de trabajo continuo. 

· Solicitar adaptaciones en el entorno de trabajo, como espacios más tranquilos.  

Para personas trabajadoras con TDAH: 

· Implementar técnicas de mindfulness y meditación, al despertar o antes de trabajar.  

· Utilizar recordatorios y listas de tareas para mantener la organización. Asegura que no se olvide nada importante y ayuda a priorizar las actividades. 

· Realizar actividad física regular para canalizar la energía. Incorporar actividades físicas, como caminar, correr, o cualquier deporte, puede mejorar el rendimiento laboral. 

· Solicitar adaptaciones en el entorno de trabajo, como permitir movimiento durante las reuniones.  

Entender y adaptarse a las necesidades de quienes viven con TDA y TDAH no solo mejora su calidad de vida, sino que también enriquece nuestro entorno laboral. Y recuerda que el apoyo y la comprensión de los compañeros/as y la empresa son fundamentales para que estos trabajadores/as puedan desarrollar todo su potencial.