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Perezosos y poco inteligentes. Así es como una parte de la población define a los disléxicos. Pero hay que tener en cuenta que la dislexia es un trastorno del neurodesarrollo que dificulta la lectura, la escritura y el desarrollo de vocabulario y, por lo tanto, no afecta a la inteligencia. 

Dificultades a la precisión y la fluidez para reconocer las palabras escritas; problemas en la decodificación lectora y de deletreo; dificultades a la hora de memorizar secuencias de palabras, dígitos o una lista de instrucciones; transposición de letras a la hora de escribir, y trabas en la organización y gestión del tiempo, son algunas de las dificultades que pueden tener los disléxicos. 

Pero, el problema está en que muchas personas no saben que son disléxicas y, por lo tanto, no se han tratado. En estos casos, la desconfianza hacia las propias capacidades se adueña de ellos, y son muchos los que bajan sus expectativas profesionales por verse incapaces de lograrlas. 

También cabe remarcar que las personas disléxicas tienen habilidades que hacen que destaquen por encima de los demás y, sobre todo, son habilidades muy solicitadas por las empresas como, por ejemplo; responsabilidad, fiabilidad y disciplina; resiliencia, tolerancia al estrés y adaptabilidad; toma de iniciativa; pensamiento crítico y análisis; colaboración y trabajo en equipo y creatividad. 

Recomendaciones para lidiar con la dislexia en el trabajo

Para que la dislexia no se convierta en un obstáculo para tu crecimiento personal y laboral, hemos elaborado una serie de recomendaciones que pueden ayudarte en el trabajo:

• Números y letras en distintas fuentes. Usar distintos tipos de fuentes puede ayudar a tu desempeño profesional. Las fuentes como Verdana o Arial, de diseño más básico, pueden serte de gran ayuda. 
• Selecciona un fondo de escritorio de color. Esta recomendación puede ser útil, ya que muchas personas que sufren de dislexia se ven afectadas por los colores y con esta técnica conseguirás volver a casa sin dolor de cabeza.
• Utiliza tecnologías asistenciales. Existen aplicaciones lectoras que transmiten verbalmente al usuario los textos impresos.  

¿Qué puedes hacer como jefe o compañero?

• Motiva a las personas con dislexia a perseguir sus sueños y logros. Más allá de las dificultades iniciales que tengan.
• Incentiva el uso de herramientas digitales que faciliten el día a día. 
• Contempla nuevos procesos de selección y evaluación para que las personas con dislexia no se sientan discriminadas.

Esperamos que este artículo te haya sido de utilidad. ¡Te invitamos a compartirlo con tus compañeros de trabajo!