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Con la edad, el riesgo de sufrir insolaciones y otras enfermedades relacionadas con las altas temperaturas, aumenta considerablemente. Así como las personas que usan demasiada ropa o visitan lugares demasiado calurosos son las más vulnerables.

 La fatiga por calor, los mareos relacionados con las altas temperaturas, calambres, el agotamiento y la insolación son formas de hipertermia.

Factores que aumentan el riesgo de hipertermia

• Deshidratación.
• Una mala circulación sanguínea.
• Sudar menos debido a la edad.
• El uso de ciertos medicamentos.
• La hipertensión u otras afecciones de salud que requieran de una dieta baja en sal.
• Las enfermedades del corazón, los pulmones y los riñones, así como otras afecciones que causen debilidad general o fiebre.
• Tener exceso o insuficiencia de peso significativos.
• Beber alcohol.

En el caso de las personas mayores con problemas crónicos de salud, lo más recomendable es que permanezcan en interiores cuando la temperatura y humedad aumente de forma considerable. Los centros comerciales o bibliotecas, pueden ser lugares idóneos para refrescarse puesto que disponen de aire acondicionado.

Puesto que las enfermedades relacionadas con el calor necesitan atención médica inmediata, es de vital importancia reconocer las señales de emergencia:

• Fiebre, generalmente superior a 40 ºC.
• Confusión o agresividad.
• Pulso rápido y fuerte.
• Piel seca y sonrojada.
• Falta de sudoración.
• Sentirse mareado.
• Tambalearse.
• Coma.

Y si detectamos que alguna persona está sufriendo una enfermedad relacionada con el calor, debes llevarlo a un lugar con sombra o con aire acondicionado y recostarlo. Después se debe aplicar un paño húmedo frío en las muñecas, el cuello, las axilas y las ingles para ayudar a enfriar la sangre.