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La Responsabilidad Familiar Corporativa (RFC), el nuevo reto de las empresas españolas
Mucho se ha hablado en los últimos tiempos sobre la conciliación de la vida laboral y familiar, pero hoy en día, esta idea de la conciliación todavía es más un concepto social que poco a poco se va introduciendo en un nuevo modelo de mundo laboral.
El Informe anual de Randstad ‘Employer Branding: cuando la percepción puede convertirse en realidad’, señala que la conciliación entre trabajo y vida privada es uno de los aspectos que los trabajadores consideran importantes a la hora de decidirse a trabajar para una empresa determinada.
Y es que un 48% de los empleados en el mundo perciben que su entorno laboral no facilita esta conciliación, según revelaba el estudio IFREI (Familiy Responsible Employer Index) de IESE Buiness School de 2014. Además, los resultados del IFREI revelan que sólo el 52% de los encuestados trabajan en entornos que facilitan la conciliación.
Políticas y medidas concretas
Las empresas españolas empiezan a darse cuenta de esta realidad, y a darle importancia, con el objetivo de mejorar las condiciones de los trabajadores y poder garantizar un buen equilibrio entre ambos entornos. Es precisamente a consecuencia de estos datos que, en los últimos años, el término Responsabilidad Familiar Corporativa (RFC) ha cogido fuerza entre las corporaciones.
Algunos estudios inciden en que las empresas que han formalizado actuaciones de RFC reducen el absentismo laboral y aumentan la productividad. Además, permite elevar los niveles de satisfacción y el compromiso laboral entre los empleados un 146% más que en una compañía que no se preocupa por la RFC, indica el IFREI.
Entre las medidas que ya se han empezado a implementar en las empresas familiarmente responsables, se encuentran:
La promoción de horarios ‘inteligentes’ (flexibles, intensivos…), impulsar la corresponsabilidad en la familia, valor que desarrolla el talento y genera compromiso, potenciar el talento femenino y considerar la Responsabilidad Familiar como núcleo de la RSC, son algunas de las soluciones que se aplican para una mejor coexistencia entre la vida laboral y familiar.
Otro de los retos en el que debemos trabajar es en la construcción de una nueva cultura, que sea tolerante entre vida personal y trabajo, empezando por la formación a los directivos en liderazgo flexible, ya que el IFREI también revela que hasta el 70% de los trabajadores temen pedir flexibilidad para conciliar su vida laboral y personal, por las consecuencias que puede tener para su carrera profesional y las oportunidades laborales.
Los líderes deben tomar nota y predicar con el ejemplo, contagiando la filosofía de la RFC a todas las áreas de la empresa. Si toda la organización toma conciencia y se compromete a ello, también generará mayor confianza y compromiso entre los trabajadores.