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Lo riesgos ocultos de ser monitor/a de actividades

Como cada verano, los monitores/as de actividades desempeñan un papel vital, facilitando experiencias enriquecedoras y divertidas para niños, jóvenes y adultos. Sin embargo, el trabajo conlleva ciertos riesgos que deben ser gestionados adecuadamente para garantizar su bienestar y el de los participantes. 

Algunos de los riesgos que incluyen trabajar como monitor son: 

1. Lesiones físicas: Los monitores/as están constantemente en movimiento y participando en actividades físicas, lo que puede llevar a esguinces, fracturas o contusiones. 

2. Riesgos ergonómicos: La repetición de movimientos y posturas incómodas pueden causar problemas musculoesqueléticos. 

3. Condiciones meteorológicas extremas: La exposición al sol, frío o lluvia puede causar problemas de salud como insolación o hipotermia.  

4. Riesgos psicosociales: El liderazgo de grupos grandes y la responsabilidad de la seguridad de los participantes pueden generar estrés y agotamiento mental. 

5. Riesgos biológicos: En contacto con la naturaleza, los monitores/as pueden estar expuestos a picaduras de insectos, plantas venenosas y otros agentes biológicos. 

Para minimizar estos riesgos, es fundamental que los monitores/ras adopten una serie de medidas preventivas. A continuación, compartimos algunas recomendaciones clave: 

1. Formación y capacitación: Asegurarse de recibir formación adecuada sobre técnicas de primeros auxilios, organización de grupos y procedimientos de emergencia. 

2. Equipo de Protección Personal (EPP): Utiliza el equipo adecuado, como calzado antideslizante, ropa apropiada para el clima y protección solar. 

3. Hidratación y alimentación: Mantener una adecuada ingesta de agua y alimentos nutritivos para prevenir la deshidratación y el agotamiento.  

4. Descansos regulares: Planificar y respetar los periodos de descanso para evitar la fatiga física y mental.  

5. Evaluación del entorno: Realizar una inspección previa del lugar de las actividades para identificar y mitigar posibles peligros, como terrenos irregulares o plantas tóxicas.  

6. Comunicación efectiva: Mantener canales de comunicación claros y eficaces con todos los participantes y otros monitores para asegurar una respuesta rápida en caso de emergencia. 

Además, es importante conocer algunos consejos en entornos más concretos como:  

· Campamentos: En un entorno de campamento, es crucial tener un plan de evacuación bien definido, así como acceso a suministros de primeros auxilios y conocer la ubicación de los servicios médicos más cercanos. 

· Entornos urbanos o escolares: En estos entornos, la seguridad vial y la supervisión constante son primordiales. Además, es importante trabajar estrechamente con el personal de las instalaciones para coordinar las actividades de manera segura. 

La seguridad de los monitores/as es una prioridad que requiere atención y preparación constante, sobre todo, si están a cargo de menores. Os animamos a que sigáis estas recomendaciones para cualquier desafío. ¡Compártelo!