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El síndrome de burnout: la nueva enfermedad del trabajo

El síndrome de burnout o desgaste profesional es una situación que se va generando progresivamente hasta desembocar en un estado de incapacidad para continuar con el trabajo. Suele aparecer en personas cuya profesión implica dedicación y entrega hacia terceros como los profesionales de la enseñanza, de la salud y de asuntos sociales. 

La principal diferencia entre burnout y estrés es que el estrés no siempre es negativo; en muchas ocasiones nos permite ser más efectivos. En cambio, el síndrome de estar quemado siempre es negativo debido a que es un desajuste continuo de capacidades físicas y mentales del organismo. 

El principal detonante del síndrome de estar quemado por el trabajo es el entorno laboral y las condiciones de trabajo. El empleado que está expuesto de manera continua a altos niveles de estrés, carga de trabajo excesiva, poca autonomía, malas relaciones en el trabajo y ausencia de apoyo en su entorno puede llegar a padecer un estrés crónico que acaba provocando burnout. 

La prevención del síndrome del trabajador quemado debe comenzar en la empresa del empleado. La primera medida que hay que tomar es evaluar las situaciones que generan estrés y ansiedad en el trabajador e interpretar sus emociones. 

Para ello, es esencial mejorar la organización y proveer de herramientas necesarias para que el trabajador pueda entrenar técnicas de autorregulación y de control. Además, es recomendable aumentar la participación de los trabajadores en la toma de decisiones para que pueda sentirse parte de la empresa. Un factor clave que evita la aparición de este síndrome es favorecer la colaboración y no la competitividad.   

Una persona afectada por el síndrome de burnout ante todo debe tomar conciencia de su situación. Por ello, es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones

  • No excederse en el ritmo de trabajo y respetar las pausas para los descansos.
  • Aprender a establecer límites ante situaciones en las que haya un exceso de trabajo y poco margen de tiempo para llevarlas a cabo.
  • Cuidar de uno mismo es imprescindible, lo que incluye aprender a interpretar las señales del cuerpo y las emociones que aparecen. 
  • Separar el ámbito laboral del personal, aprendiendo a desconectar al finalizar la jornada laboral realizando actividades que lo faciliten.
  • Buscar apoyo familiar y social. 

En Mutua Intercomarcal queremos cuidar de tu bienestar y de los tuyos, comparte este artículo para que aquellos afectados por el síndrome de burnout puedan aprender a gestionar sus emociones y disfruten de su trabajo.