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Casi todos hemos sufrido alguna vez una lesión. Dependiendo del tipo y la gravedad de la lesión experimentamos unos síntomas molestos o realmente dolorosos. 

Si queremos que nuestra lesión progrese de la mejor manera posible, deberemos actuar rápido. Existen una serie de directrices para intervenir tras una lesión aguda durante la práctica deportiva que, en gran medida, evitarán que nuestra lesión se agrave más. 

Este procedimiento para intervenir en las lesiones agudas se llama principio PRICE que hace referencia a:

• Protección: para evitar una lesión posterior, evita agravar la lesión actual y reducir el flujo sanguíneo a la zona lesionada. Es importante terminar con la actividad de inmediato. 
• Reposo: aprovecha para que la zona de la lesión repose durante un tiempo.
• Hielo: su principal efecto es analgésico, es decir, alivio del dolor. Para que disminuya la irrigación es necesario que se lleve a cabo durante un periodo de tiempo concreto. Con un periodo de media hora, el flujo sanguíneo se reduce más del 50%. La recomendación es que se puede repetir a intervalos de 20 minutos cada 3 o 4 horas durante las primeras 48 horas.
• Compresión con un vendaje: es la medida más importante para limitar la formación del hematoma. Lo ideal es colocar el hielo en una bolsa o tela, y colocar el vendaje por encima del área lesionada y de la bolsa de hielo.
• Elevación de la parte del cuerpo lesionada: es otra medida muy importante, pero sobre todo para lesiones de tren inferior. La zona tiene que estar como mínimo a 30 cm por encima del nivel del corazón. Es recomendable elevar la extremidad los dos primeros días cuando el paciente esté acostado o sentado.

Por último, recuerda tener siempre a mano, expendedoras de hielo, agua fría o bolsas de hielo médicas, en aquellos lugares en los que se suela realizar entrenamientos de forma regular. 

Recuerda, cuanto antes se apliquen estos métodos, mejor será la recuperación.