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Productividad y trabajo son dos palabras que van necesariamente unidas. Pero ¿es solo responsabilidad de los trabajadores el ser productivos? ¿La empresa también tiene que involucrarse? 

Cuando hablamos de productividad en el trabajo solemos pensar en dos conceptos. Por un lado, en la productividad laboral. Esta se entiende como la cantidad de trabajo que una persona puede sacar adelante en un tiempo determinado. Por otro lado, la productividad personal. Se define como la relación entre el resultado de una actividad y los medios que han sido necesarios para obtener dicha producción. 

La productividad en el trabajo no solo depende del trabajador, sino también de su entorno laboral. Los trabajadores productivos se caracterizan por tomar decisiones sin contradecir a sus jefes; empatizar con sus compañeros sin importar su lugar en la jerarquía empresarial; manejar las emociones y ser capaces de dominar las situaciones bajo presión; actuar sin pedir nada a cambio; etc.

No obstante, a veces pasamos por épocas en las que, sin saber exactamente por qué, somos poco productivos. No te preocupes porque a continuación te detallamos 4 estrategias para ser más productivos sin trabajar de más:

1. Separa las tareas entre el trabajo profundo y el superficial. El trabajo profundo es el que requiere tiempo y concentración. Escribir un informe o crear una ilustración, por ejemplo. El trabajo superficial es un trabajo más “mecánico” que puedes hacer sin usar el 100% de tu concentración.
2. En las horas más productivas del día, deja a un lado el móvil y realiza el trabajo profundo. Hoy en día, el móvil es la mayor barrera para el trabajo profundo porque rompe tu concentración cada 3 minutos con una nueva notificación. En lugar de utilizar el momento más productivo del día (normalmente por la mañana) para abordar el trabajo superficial de WhatsApp, aprovecha el tiempo para centrarte en lo profundo. 
3. Descansa al menos 10 minutos cada 3 horas. Si te es posible, no subestimes el poder de tomarte un descanso. Tu cerebro pierde la calidad de la concentración si trabajas demasiado tiempo y la ansiedad empieza a acumularse. Tómate unos minutos para hacer una pausa, siempre.
4. Quédate presente al 100% durante tu tiempo de descanso. Descansar utilizando el teléfono no es realmente descansar. Acabas gastando mucho tiempo y no te relajas porque las redes sociales están diseñadas para inquietarte y estimularte. No caigas en esta trampa.

Existen otras pautas que puedes llevar a cabo para aumentar tu productividad como planificar tu jornada, pues te ayudará a saber por dónde continuar cada vez que finalices una tarea; ordenar tu lugar de trabajo; automatizar tareas para ganar tiempo para las más significativas, e incluso meditar. La meditación es una práctica que reduce el estrés, mejorando la calidad de nuestra vida y nuestro descanso. 

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