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En una década, la tecnología ha revolucionado nuestra forma de comunicarnos. En España se calcula que cerca de un 90% de los usuarios de móvil utilizan WhatsApp, pero esta aplicación se ha convertido en un objeto de abuso y dependencia. 

La adicción al WhatsApp es una adicción comportamental, relativamente nueva para los psiquiatras y estos estiman que puede llegar a afectar al 10% de sus usuarios, especialmente a los adolescentes. 

Hay determinados indicadores que evidencian la dependencia, propios de un trastorno compulsivo: el tiempo que se dedica a la aplicación, creer que te escriben cuando no es así, etc.  Además, si la aplicación te importa tanto como para perder horas de sueño, de comida, te afecta en el trabajo o, incluso en las relaciones personales, es probable que seas adicto a ella. 

El uso de WhatsApp se vuelve automático y, por lo tanto, hay poco control por parte de la persona adicta y no repara en las posibles consecuencias a largo plazo. El aislamiento del entorno y no prestar atención a otros aspectos sociales, son dos de las principales consecuencias negativas de la adicción. Los efectos del uso compulsivo de esta aplicación pueden ser muy perjudiciales socialmente para quienes lo sufren.  

Recuerda, si eres adicto a WhatsApp es importante aprender a utilizarla correctamente para beneficiar tu vida sin que te afecte a la salud. 

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