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Desarrollado por investigadores de la Universitat Politècnica de València i la Universidad de Granada, el sistema detecta síntomas de fatiga y situaciones de distracción de los conductores. Constituye un avance muy importante en materia de seguridad vial, ya que reduciría el riesgo de siniestralidad por causas de fatiga y distracción. 

El sistema está formado por una placa electrónica y dos sensores de presión ubicados en el volante, dos sensores que miden la temperatura del conductor, un sensor de luz en el reposacabezas que alerta de posibles cabezadas del conductor, y un dispositivo que emite zumbidos y genera una alarma acústica en caso de detectar un estado de fatiga o distracción del conductor. Además, el sistema se completa con un sensor de choque que detecta colisiones o una frenada repentina.

Los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de sufrir un accidente de tráfico, y en concreto la fatiga del conductor, presenta varios síntomas entre los que se encuentran:

• Visión borrosa y aumento de la frecuencia de parpadeo
• Molestias musculares e incremento del número de movimientos del conductor en el asiento
• Pasividad, nerviosismo y agresividad
• Disminución de la sensibilidad auditiva
• Reacciones bruscas ante sonidos repentinos

Si nuestro vehículo o un sistema complementario como éste consiguen alertar al conductor de su estado cuando se presentan los primeros síntomas, se conseguiría reducir la siniestralidad vial por causas de fatiga y distracción.

En el futuro, se plantea incluir un receptor GPS y tecnología inalámbrica para que el sistema sea capaz de generar una llamada de emergencia en caso de accidente, mediante el Smartphone del conductor.