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El reciente estudio, publicado por Environment International, y liderado por el ISGlobal (Instituto de Salud Global de Barcelona), pone de manifiesto las consecuencias de la contaminación atmosférica y su relación directa con la reducción de la esperanza de vida de las personas.

Carmen de Keijzer, investigadora de ISGlobal y una de las autoras del estudio, afirma: "La exposición a la contaminación atmosférica ya se había asociado con un incremento en las tasas de mortalidad, pero hasta ahora pocos estudios se habían centrado en la esperanza de vida y la mayoría tenía una cobertura especial restringida".

El estudio se ha centrado en datos comprendidos entre 2009 y 2013, correspondientes a la mortalidad, los niveles de contaminación y las zonas verdes de todo el territorio español.

Del estudio se desprenden impactantes datos como los siguientes:

• Un incremento de 5µ/m3 (microgramos por metro cúbico) en la concentración de partículas PM10, supone una pérdida de casi un año de vida. Las partículas PM10, son pequeñas partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, metal, cemento o polen, dispersas en la atmósfera, y presentes en el aire que respiramos. Estas partículas tienen la capacidad de ingresar en las vías respiratorias, y nos predisponen a diversos trastornos cardiovasculares.

• Un aumento de 2µ/m3 en la concentración de partículas PM2.5, supone una reducción de 7 meses de vida.

Dichos incrementos en la concentración de partículas PM10 y PM2.5, están relacionados con un aumento del riesgo de mortalidad del 5,7% y del 3,7% respectivamente.

Se pone de manifiesto, una vez más, la relación directa que existe entre la contaminación atmosférica y el impacto de ésta en nuestro bienestar, calidad de vida y esperanza de vida.