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El deporte no solo  tiene relación con el trabajo desde un punto de vista saludable, sino que también influye en la mejora del clima laboral. Perseverancia, espíritu de trabajo en equipo y mejora de la competitividad son algunos de los valores que puede potenciar el deporte en cualquier entorno de trabajo.

El mundo de los deportes está lleno de lecciones que pueden ayudar a los empresarios a construir un negocio más fuerte, por eso, introducir los valores de este mundo a la hora de entrenar a las plantillas de trabajo puede ayudar a tener un equipo preparado para afrontar todos los objetivos  y metas establecidos por la compañía con éxito.

A continuación, indicamos de forma muy breve algunos de los beneficios que pueden suponer la integración de los hábitos y los valores del mundo del deporte en las empresas.

Mejora la calidad de vida de los trabajadores

El sedentarismo en el mundo laboral junto con la falta de ejercicio físico en el entorno personal ha favorecido el incremento de problemas de salud tales como osteoporosis o diabetes, entre otros. Por ese motivo, teniendo en cuenta que una de las tantas preocupaciones de una empresa es la salud de sus trabajadores, la implementación de programas que promuevan el ejercicio físico y un estilo de vida saludable en las empresas es fundamental para mejorar la calidad de vida de los trabajadores.

Además, al llevar una vida más saludable, las compañías también consiguen reducir el absentismo laboral.

Favorece la competencia con los compañeros de trabajo

Del mismo modo que en el mundo del deporte, en los entornos laborales la competencia y la auto exigencia también son necesarias para lograr los mejores resultados. Por eso, es necesario realizar una inversión en trabajos y acciones que permitan identificar quién es el empleado más rápido, el más capaz o el que mejor gestiona los riesgos y las crisis. Eso sí, es importante que en ningún momento esas prácticas estén basadas en favoritismos.

Fomenta el espíritu de trabajo en equipo

Los trabajadores están más comprometidos cuando forman parte de un equipo, ya sea en el ámbito deportivo como el laboral.  Por este motivo, esta forma de trabajar, tan común en el deporte, hace que todos los participantes sean responsables de las metas de la empresa, facilitando, de este modo, el cumplimiento de los objetivos, además de ayudar a retener el talento y fomentar un clima laboral envidiable.