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5 casos en los que el deporte se puede volver en nuestra contra
Los beneficios de la práctica del deporte son innegables e innumerables. Llevar una vida físicamente activa produce numerosos efectos positivos sobre nuestra salud, tanto físicos como psicológicos.
No obstante, resulta fundamental practicar deporte de manera adecuada. Cuando el ejercicio se mal entiende o no se practica correctamente, tambiénpuede poner en riesgo nuestra salud, generando, no solo lesiones físicas más o menos graves, sino también, trastornos psicológicos como depresión o el desarrollo de obsesiones.
A continuación se exponen algunas de las malas prácticas más frecuentes en las que el deporte dejar de ser una actividad beneficiosa y se vuelve en nuestra contra.
Descuidar otras actividades para priorizar la práctica de deporte
En este caso, cuando se termina dedicando todo el tiempo libre al deporte, puede que se trate de un trastorno asociado a la adicción y a la práctica compulsiva del ejercicio físico llamado vigorexia. Las personas que lo sufren suelen tener una baja autoestima y tienen una visión distorsionada de su cuerpo.
Practicar deporte sólo por el beneficio estético
Ante todo, hay que asumir que cada cuerpo es diferente. Por ello, acudir al gimnasio sólo para buscar un modelo corporal concreto y basado en una estética determinada es un error. Lo único que genera este hecho es que te compares con otros y te sientas mal.
Realizar ejercicio por encima de nuestras capacidades
Fijarse metas muy altas, hace que las posibilidades de fracasar se multipliquen, lo que en consecuencia afecta a nuestro estado de ánimo y autoestima. Además, la práctica excesiva e incontrolada de deporte supone un alto riesgo de lesionarse o abandonar, dificultando, de este modo, la integración del deporte en nuestra rutina.
No saber aceptar las lesiones
Cuando se sufre una lesión es necesario aceptar esta pérdida momentánea o no, de nuestras funciones o capacidades. Por ese motivo, para evitar que aparezca la depresión , es fundamental reducir el número de pensamientos negativos catastróficos asociados a la frustración que produce no poder entrenar a la misma intensidad que antes.
Hacer algo de deporte no justifica descuidar nuestra alimentación
El deporte siembre debe estar acompañado de una alimentación equilibrada y saludable, y es que no se trata de perder calorías por un lado, para poder ingerir demasiadas grasas, azúcares o alimentos procesados por el otro. Al fin y al cabo es el exceso de azúcar y de carbohidratos en nuestra dieta, y no la falta de actividad física, lo que está detrás del aumento de la obesidad.