×
En Mutua Intercomarcal utilizamos cookies propias para el acceso al área privada y de terceros para realizar análisis de uso y de medición de nuestra web y mejorar nuestros servicios.
Pulsa el botón ACEPTAR TODAS para confirmar que has leído y aceptado todas las cookies, o pulsa CONFIGURAR si quieres modificar o rechazar su uso.

    

ES / CA
canviar a
català

Recursos

Blogs

Todo lo que siempre hacemos mal cuando tenemos la gripe

Es en los meses de más frío, concentrados entre diciembre y enero, cuando se incrementa considerablemente la incidencia de la gripe debido al debilitamiento del sistema inmune, aunque también es cierto que, desde el comienzo del otoño empiezan a producirse los primeros casos. 

Cuando esto sucede, suele resultar muy frecuente que confundamos una gripe con un catarro, principalmente porque los síntomas  son  muy parecidos. En cualquier caso, siempre es necesario que sigamos una serie de consejos para evitar actuar de forma equivocada cuando  nos contagiamos.

En primer lugar,  podemos empezar por pequeños detalles pero muy necesarios como limpiarse las manos constantemente. Este punto es importante de remarcar. Cuando nos limpiemos las manos, siempre utilizaremos agua y jabón, frotando bien en cada rincón, sobre todo entre los dedos. En cuanto al secado, lo aconsejable sería el uso de toallitas de usar y tirar para no contagiar el virus a otros.

En segundo lugar, es que por motivos de educación y de respeto hacia las personas que tenemos a nuestro alrededor casi siempre nos tapamos la boca en el momento de estornudar o toser, no obstante, lo más adecuado sería taparse la boca con un pañuelo de papel, ya que, las manos no son el sitio más propicio para abandonar los gérmenes. 

Otro de los errores más frecuentes es la automedicación. Sólo hay que recurrir a los antibióticos cuando un médico nos lo recete. Además, estos no pueden contrarrestar los efectos de la gripe,  ya que ésta está causada por un determinado tipo de virus y la medicación tiene la función de luchar contra las infecciones bacterianas

Por último, tampoco hay que pasar por alto las virtudes de una buena alimentación e hidratación para enfrentarse a esta enfermedad. La dieta influye mucho en la protección del organismo y el consumo de líquido nos ayudará a recuperarnos de la deshidratación que sufrimos durante los procesos febriles.