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La mejor forma de prevenir la depresión laboral, es un diagnóstico precoz
Economistas especializados en el sector salud, afirman que la mejor forma de prevención de la depresión en el ámbito laboral, es un diagnóstico precoz. Sin embargo, en España no existe un plan específico para abordar la depresión el trabajo, y en consecuencia, no se tiene en consideración la dimensión sanitaria y económica que adquiere la enfermedad.
En 2006, los costes sanitarios de tratar la depresión rondaron los 2.000 euros por persona. Sin embargo, según el último estudio disponible en España sobre 4.572 personas diagnosticadas, el coste económico por persona podría rondar los 5.764 euros, entre costes directos sanitarios y no sanitarios como bajas laborales y pérdida de productividad.
Datos de la Organización Mundial de la Salud
Una de cada cinco o seis personas a lo largo de su vida puede sufrir una depresión, según confirma el organismo, lo que significa un alto impacto económico y en salud que es asumido por las empresas y la Seguridad Social, además del propio afectado, y que exigen un replanteamiento del abordaje de la enfermedad.
Implantación de Programas de Prevención
Miquel Roca, presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental, señala que las empresas no suelen disponer de programas eficaces de prevención y detección, aun cuando más del 75% de las personas con depresión está en edad de trabajar.
En otros países, como Canadá o Dinamarca han empezado a tomar medidas de prevención, mediante la formación de mandos intermedios en las empresas encargados de detectar de forma rápida síntomas y casos que pueden derivar hacia una depresión.
Y es que uno de los principales problemas es no saber reconocer a tiempo los síntomas. De hacerlo, reduciríamos el porcentaje de casos que se convierten en trastornos de larga duración. Y otras fórmulas eficaces que ya se están implantando en países como el Reino Unido, son los programas de reinserción o retorno gradual de los trabajadores diagnosticados a su puesto de trabajo.
Así pues, el gran reto de las empresas es elaborar e implementar programas de prevención efectivos, así como saber detectar a tiempo los síntomas, para ofrecer el tratamiento más eficaz en cada caso.