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Las personas que están permanentemente conectados a la tecnología, porque trabajan habitualmente trabajan con el ordenador, usan el teléfono móvil constantemente y/o tienen al alcance de su vida cotidiana cientos de aparatos tecnológicos, están sometidos a un nuevo factor de estrés: la hipercomunicación.

Esta nueva manifestación del estrés, que denominada “tecnoestrés”, es uno de los problemas surgidos en la era digital y es padecido por las personas que usan aparatos tecnológicos, y que además, sienten dependencia de ellos.

El individuo siente la necesidad de estar conectado en todo momento, la cual cosa conlleva al desarrollo de otras patologías; como los cuadros de ansiedad, cuadros de depresión, manifestaciones psicosomáticas, entre otras, que se manifiestan en alteraciones del sueño, el apetito y la sexualidad.

Pero, ¿qué podemos hacer para prevenirlo?

Es aconsejable que, por cada hora de trabajo frente al ordenador, se tomen 10 minutos para descansar los ojos, la mente y tomar oxígeno.

Evitar tener varias tareas simultáneas en el monitor, y hacer un uso responsable del teléfono fijo y los móviles.

Escribir a mano cuando sea posible para descansar del ordenador, y corregir los malos hábitos posturales, ya que nos ayudarán a trabajar cómodamente, y reducirán la ansiedad y el estrés.

Y, por último, aprende a desconectar.