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Abusar de las nuevas tecnologías puede acarrear riesgos para nuestra salud. Conoce las ‘lesiones tecnológicas’
Abusar del uso del teléfono móvil y de las nuevas tecnologías puede acarrear riesgos para nuestra salud. Ya sea física, por la postura que adoptamos al hacer uso de los dispositivos, o mental por el aumento de excitabilidad que provoca en el sistema nervioso.
Por otra parte, los niños acceden cada vez más temprano a las nuevas tecnologías, durante su periodo de desarrollo o estando próximo a él. Esto conlleva riesgos más relevantes que en el caso de los adultos, pudiendo afectar al sistema neuro-músculo-esquelético de los menores.
Profesionales de la Fisioterapia de las Escuelas Universitarias Gimbernat, adscritas a la Universidad Autónoma de Barcelona, han advertido que, si bien el uso de las nuevas tecnologías no tiene por qué ser la única causa de los males, sí puede ser el desencadenante o agravante de varias lesiones.
Nos hacemos eco de las “lesiones tecnológicas” causadas por un uso excesivo de los dispositivos electrónicos, como móviles, tabletas u ordenadores.
Dolor, tensión, sobrecarga y sensación de peso en la zona de hombros o cuello. Esto se debe a la sobrecarga de la musculatura cervico-escapular, como por ejemplo los trapecios y el elevador de la escápula.
Dolores de cabeza y/o sensación de mareo por la contracción mantenida de los suboccipitales y por los posibles efectos de mantener la atención fija en la pantalla durante un tiempo prolongado.
Alteraciones de la columna cervical por las tensiones asimétricas derivadas de la posición.
Dolor y rigidez en manos y dedos, e incluso hormigueo. El uso excesivo del pulgar ha llegado unido a los smartphones. Las expertas advierten del aumento casos de tendinitis de la musculatura relacionada con estos movimientos especialmente.
Debilidad e inhibición de la musculatura estabilizadora del tronco y la columna vertebral, así como la pérdida de control motor, cosa que deriva a la pérdida del patrón fisiológico y normal de movimiento.
Carencia de movilidad y rigidez. Sobre todo a la hora de hacer movimientos con el hombro y las extremidades superiores debido a una incorrecta posición de la cintura escapular.
Dolores referidos a la zona frontal y cervical, e incluso sensación de presión en el conducto auditivo y /o al globo ocular. Las expertas han advertido que "al usar el móvil largo rato mantenemos la cabeza en una posición forzada no idónea, que podría activar los llamados puntos gatillo miofasciales (PGM), descritos como nódulos hiperirritables y situados al músculo".
Dificultades respiratorias y/o sensación de opresión en el pecho. Estas derivan de la pérdida de la capacidad del volumen pulmonar por el cierre del tórax y carencia de expansión costal.
Inquietud, déficit de atención, ansiedad y un aumento del estrés, puesto que se está produciendo una estimulación y un aumento de la excitabilidad del sistema nervioso.
Disminución de la calidad del sueño e insomnio. "Si se usa el móvil antes de ir a dormir puede afectar al sueño debido a que la luminosidad de la pantalla activa ciertos receptores que 'engañan' al cerebro haciéndole pensar que todavía es de día”. Además, el insomnio a su vez es un condicionante de sufrir fatiga, irritabilidad, somnolencia y dificultades para llevar a cabo la actividad laboral de manera satisfactoria.