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La substitución de profesionales que finalizan su carrera laboral, así como las nuevas oportunidades para nuevos profesionales, marcarán la tendencia del sector industrial.

Según el análisis Industria: situación actual y retos de cualificación, elaborado por Randstad sobre el mercado laboral español, en 2025 España necesitará a 3,5 millones de trabajadores especializados en el sector.

Las previsiones apuntan a que la industria renovará 3 millones de empleos en el próximo decenio, y se prevé la creación de medio millón de nuevos puestos de trabajo derivados de la previsible incorporación de las nuevas tecnologías al proceso industrial.

Características de los puestos de trabajo

Según la multinacional de recursos humanos, las oportunidades laborales que se esperan para la próxima década, necesitarán de perfiles con formación académica media y elevada.

Hoy en día, el mercado de trabajo se encuentra “muy polarizado”. En España, cerca del 42% de los ocupados tienen un nivel formativo superior, mientras que el 34,4%, ostenta estudios de educación primaria y secundaria. Entre ambos colectivos, representan tres de cada cuatro puestos de trabajo en industria.

Si se compara con los niveles de otros países europeos, vemos como las proporciones son significativamente distintas. En comparación con la media europea, España muestra mayor presencia de estos grupos de profesionales, concretamente 8 y 16 puntos porcentuales, respectivamente.

Este hecho provocará, a medio y largo plazo, una brecha entre las necesidades de las empresas y la oferta de profesionales en el mercado laboral. La cual cosa significa que, las oportunidades de los profesionales con menor nivel formativo van a descender de manera generalizada, si bien la caída será más pronunciada en Europa que en España.

Las nuevas oportunidades de empleo que se generarán en el sector industrial se centrarán en perfiles elevados y profesionales STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Sin olvidar los problemas que pueden encontrarse las empresas a la hora de atraer el talento, como consecuencia del poco atractivo de las ofertas, y la falta de compromiso por parte de las corporaciones por desarrollar el talento.