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Los termómetros parecen indicar que el invierno ya ha llegado, con temperaturas que poco superan los 0 grados. Y ante la temporada de frío que se ha hecho esperar, las reacciones entre los trabajadores de nuestro país han sido muy diferentes. Por un lado, alivio entre los que esperaban desde hacía meses la caída de nieve en sus estaciones de esquí, ya que por fin tendrán nieve. Y por otro lado, aquellos que trabajan al aire libre o en espacios semi-abiertos, han mostrado su desagrado, puesto que deberán soportar bajas temperaturas, con las consecuencias físicas y mentales derivadas de trabajar bajo el frío.

Por este motivo, la Comunidad Laboral Trabajando.com – Universia ha recopilado un listado con los riesgos laborales derivados del frío, así como aquellas prácticas que nos ayudarán a prevenirlos.

Riesgos para la salud

La temperatura es un factor que afecta directamente a la realización de la actividad laboral. Y desempeñar las tareas en ambientes fríos aumenta las probabilidades de caer enfermo, desde gripe o bronquitis, llegando a sufrir enfermedades respiratorias o reumáticas.

Expertos de Mutua Intercomarcal, afirman que “el  rendimiento físico depende en gran medida de la temperatura de los tejidos, y disminuye cuando la temperatura de los mismos y de los órganos vitales desciende”. Es más, “la capacidad para trabajar, medida por la capacidad aeróbica máxima, se reduce entre un 5 y un 6% por cada °C que desciende la temperatura interna”.

Entre los trabajadores más expuestos al frío, y por tanto, los más vulnerables, se encuentran:

• Los trabajadores de avanzada edad: los principales mecanismos defensivos ante el frío, como son la vasoconstricción y los temblores, se debilitan con la edad, por lo que disminuye la capacidad de autogenerar calor.
• Los trabajadores con enfermedades crónicas respiratorias: como también con afecciones cardiovasculares, diabetes o hipotiroidismo.

• Las personas que toman medicación para el tratamiento de enfermedades crónicas: este grupo puede verse afectado por la vasoconstricción que se produce tras la exposición al frío. 

Pero existen más puestos de trabajo que deben trabajar en temperaturas muy bajas durante la jornada, como los trabajos en el sector agrícola y pesquero, construcción y obras públicas, sector forestal, actividades de buceo, trabajos relacionados con la destrucción de plagas, cámaras frigoríficas.

Puesto que no podemos dejar de trabajar en invierno, existen algunas medidas preventivas que se pueden llevar a la práctica.

• En caso de que esté lloviendo, debemos evitar estar a la intemperie. En estas situaciones, utilizar botas impermeables y aislantes ayudará a soportar mejor las condicionesclimatológicas.
• Usar ropa de abrigo que evite la acumulación del sudor corporal es la mejor forma de aislarse del frio. De hecho, es mejor llevar varias para mejorar el aislamiento.
• La ingesta de líquidos calientes es la mejor manera de recuperar la temperatura perdida.
• Y, sobre todo, prestar mayor atención en proteger las extremidades ya que están más expuestos al frío que el resto del cuerpo.