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El 2015 deja un mercado laboral esperanzador, con un notable aumento de la contratación. Con el objetivo de analizar qué efectos está teniendo la reactivación económica, la Fundación Adecco ha querido profundizar en la situación de los colectivos que lo tienen más difícil; como son las personas con discapacidad y los mayores de 45 años. Ambos colectivos han experimentado un crecimiento en las contrataciones, según se extrae de los datos publicados por el Servicio Público de Empleo Estatal.

La contratación entre las personas con discapacidad se incrementó un 15%, con un total de 95.238 contratos, superando las cifras de 2014. Al mismo tiempo, entre los mayores de 45 años, crecieron un 16% más que en 2014.

Este repunte de la contratación entre las personas con discapacidad puede explicarse por varios factores. En primer lugar, por cuestión de estadística. Durante la crisis, fue un colectivo muy afectado por la destrucción de empleo, siendo todavía más difícil recolocarse.

En segundo lugar, la cultura corporativa está cambiando, y muchas empresas empiezan a entender que la contratación de las personas con discapacidad aporta valor a las organizaciones, desde la óptica social y de productividad.

Las nuevas generaciones con discapacidad también están cambiando su mentalidad, rompiendo con la anacrónica tradición que les relaciona con la inactividad y la dependencia. En línea con este hecho, debemos entender que, si bien las leyes se han ido actualizando, la tasa de actividad de estas personas es muy baja. Un 63% de las que están en edad de trabajar no tienen empleo ni lo buscan. Y podemos encontrar varias razones que lo explican.

La falta de programas educativos que garanticen una formación igualitaria. El temor de las empresas a contratar a personas con discapacidad, por desconocimiento o estereotipos obsoletos, son barreras en el tejido empresarial traslada a estas personas, influyendo negativamente en su autoestima, y por consiguiente, promoviendo su inactividad.

Por otro lado, los mayores de 45 años también han experimentado un repunte en las contrataciones superior a la media, que se justifica en varias razones:

La estadística vuelve a explicar este crecimiento. Muchos profesionales mayores de 45 años perdieron su trabajo durante los años más duros de la crisis, encontrando mayores dificultades para reincorporarse en un mercado laboral que desconocían. Teniendo en cuenta que forman el mayor colectivo de parados, tiene sentido que ocupen más puestos de trabajo que el resto de la población.

El éxodo de talento joven también ha hecho que las empresas vuelvan a contratar a profesionales mayores de 45 años.

Así como las más de 100.000 mujeres mayores de 45 años, que se encontraban inactivas, se han incorporado al mercado laboral, para contrarrestar la pérdida de ingresos en el hogar. Este hecho supone un aumento del número de activos mayores de 45 años.