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Desde hace algunos años venimos escuchando que algo está cambiando en el mundo del diseño de los espacios corporativos. En 2016, las oficinas inteligentes serán tendencia en el diseño de espacios de trabajo. Desde las grandes multinacionales hasta las pequeñas y medianas empresas, todas apuestan por la innovación y las oficinas inteligentes. Se trata de una tendencia imparable.

El diseño actual está basado en un concepto completamente caduco del trabajo: en el que prima la jerarquía frente a la funcionalidad. Por ello, unir tecnología y diseño es apuesta segura, ya que hace más atractivo el espacio de trabajo. La tendencia es crear más y mejores espacios que promuevan la colaboración.

Una de las primeras tecnologías que se integran en las empresas es la comunicación a distancia, ya que potencia el trabajo colaborativo y permite centralizar las funciones en un único dispositivo.

Pero no sólo tiene ventajas funcionales en el ámbito de la oficina. El diseño y la tecnología son importantes para proyectar una buena imagen de marca, una parte importante del branding. El diseño del espacio de trabajo debe ser el reflejo de la estrategia de la compañía y su cultura y filosofía.

El diseño de las oficinas 3.0 tiene como objetivo cuidar al trabajador. Espacios para la relajación, diferenciados de la zona de trabajo, se conciben como espacios semiabiertos que favorecen el contacto y la relación entre compañeros.