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Adecco ha presentado un estudio sobre los movimientos migratorios en España entre los años 2008 y 2014, en el que se concluye que la crisis económica favoreció la salida de más extranjeros residentes en España que de españoles: sólo 1 de cada 10 emigrantes era español. La empresa líder en Recursos Humanos ha elaborado su estudio a partir de la base de datos del INE, y con la colaboración de los investigadores Barceló & Asociados.

El estudio revela una tendencia constante en la emigración desde el año 2008 hasta 2013. Concretamente en 2008 se contabilizó que 580.300 residentes en España emigraron a otros países, o bien, se desplazaron a otra autonomía, mientras que en el año 2013 la cifra se elevaba a 733.100 personas. Fue en el año 2014 cuando se contabilizaron las cifras más bajas de los últimos seis años, con 624.600 emigrantes totales.

Se aprecia una diferencia entre los datos referidos a los emigrantes de nacionalidad española y extranjera. En 2008, del total de emigrantes, un 40,8% eran de nacionalidad española, porcentaje que se ha ido reduciendo hasta llegar al 31,6% en 2013. El número de españoles que han emigrado durante los últimos siete años oscilan entre las 230.000 y las 240.000 personas por año.

Se ha podido comprobar que la tasa de personas de origen extranjero que emigraron aumentó como consecuencia de la situación económica. En 2008 sumaron 343.500 personas, cantidad que fue creciendo hasta alcanzar las 501.100 personas en 2013. En 2014 se aprecia un importante descenso hasta los 387.200 emigrantes, un 22,7% menos.

Adecco afirma en su estudio que nueve de cada diez personas que emigraron eran extranjeros. En los últimos siete años salieron de España un total de 184.700 españoles, cifra que contrasta con los 2,2 millones de extranjeros. Los números se han ido reduciendo hasta que en 2014, los españoles que emigraron al exterior sumaron 35.300 personas, que se compara con los 304.000 extranjeros.

La emigración entre autonomías presenta características muy diferentes. Durante la crisis, los movimientos de una a otra autonomía fueron protagonizados por españoles, ya que prefirieron desplazarse a otra autonomía antes que salir del país. De los 2,2 millones de personas que se movieron a otra autonomía, 1,5 millones eran españoles y 715.200 extranjeros, es decir, 2 de cada 3 emigrantes internos a lo largo de la crisis eran españoles.

En lo que se refiere a la inmigración, el 95% de las personas que entraron a nuestro país eran extranjeros, y el resto fueron españoles retornados. La vuelta de españoles en el extranjero se ha mantenido estable hasta 2013, con entre 10.500 y 12.400 retornados por año, hasta 2014 donde todo apunta que la tendencia empieza a revertirse, y el número se elevó a las 14.400 personas.

Por último, es interesante resaltar que la emigración de extranjeros (y no de españoles) hizo que el saldo migratorio pasara de ser positivo en 2008 (+243.500 personas) a negativo en los años posteriores. El impacto de la crisis fue más importante como moderador de las entradas (se redujeron en 269.000 personas/año entre 2008 y 2013) que como impulsor de las salidas (crecieron en 200.000 individuos/año).

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