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En medio del actual contexto de crisis, y ante las perspectivas de un crecimiento de la población activa que llegará a 3.600 millones de personas en 2020, las relaciones laborales están cambiando y los países deben adaptarse a la nueva realidad. Y lo que está impulsando estos cambios son las nuevas tecnologías y el hecho que la creación de empleo pase por el trabajo autónomo.

Según el informe publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se estima que el 40% de los empleos existentes van a cambiar el tipo de relación laboral entre empresa y trabajador, cambios que ya se están produciendo en España, donde el autoempleo y el empleo independiente está aumentando.

El informe también revela otros sectores que pueden convertirse en motores de la creación de empleo, como son la sanidad, el ocio, la educación y la economía verde.

Por ello, la OIT sostiene que los países deben afrontar estos cambios en las relaciones laborales mediante reformas inclusivas que ayuden a progresar a los países.

Raymond Torres, director del Departamento de Investigaciones de la OIT, ha afirmado que España tiene un gran potencial, y ha señalado medidas positivas que se han llevado a cabo como la protección a los parados de larga duración.