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Inmersos en un mercado laboral, con una fuerte competencia y donde ya no existen barreras para desarrollar la actividad profesional en cualquier empresa del planeta, las empresas se ven en la necesidad de retener y/o atraer a los profesionales con mayor talento, puesto que el futuro de las corporaciones depende de ello.

El último informe “Employer Branding: cuando la percepción puede convertirse en realidad” elaborado por Randstad, empresa líder en soluciones de RRHH, refleja que el 9% de los trabajadores españoles, es decir, 1,6 millones de profesionales, han cambiado de empleo voluntariamente en el último año.

¿Pero qué es lo que lleva a un trabajador a cambiar de trabajo?

Uno de cada tres trabajadores encuestados afirma que la remuneración sigue siendo el principal motivo para cambiar de compañía, donde el peso que tiene un mayor salario es del 37%, mientras que la falta de oportunidades de crecimiento (31%) y los problemas de conciliación familiar (23%) también son decisivos. En cuarta posición se encuentra la falta de interés por el puesto que ocupa actualmente así como la ausencia de reconocimiento del trabajo, y de flexibilidad (17%), entre otros factores.

Por otro lado, también existen factores que inclinan la balanza a favor de continuar en la empresa. El primero de todos, la calidad de vida es la principal razón para que el trabajador se quede en la empresa. El informe revela que un 55% de los encuestados se quedarían en la empresa en el supuesto de poder compatibilizar el puesto de trabajo con la vida privada. Por tanto, un 331% se quedarían si la empresa así como el puesto de trabajo le ofrecieran más flexibilidad, estabilidad económica (29%) o la posibilidad de ascender, es decir, de mejorar de posición (20%).