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El Consejo de la Unión Europea sitúa en el 38,5% de media en los países miembro la brecha de género en las pensiones. Actualmente, las mujeres siguen con salarios más bajos que los hombres, trabajan más a tiempo parcial y ven interrumpida con más frecuencia su vida laboral al hacerse cargo de la familia. Todo ello da como resultado que sus bases de cotización sean más bajas y, por tanto, cobren pensiones más bajas.

Se trata de una situación que se da en todos los estados miembros y, por ello, el Consejo de Europa insta a reducir esta brecha. En el caso de España, la pensión media de las mujeres es de 669,95 euros mientras que la de los hombres es de 1.082,23 euros. Ante esta situación el Plan Integral de Apoyo a la Familia integró una medida por el cual se complementarían las pensiones contributivas de las mujeres con dos o más hijos.

Se aumentaría un 5% para las mujeres con dos hijos, un 10% para las que hayan tenido tres hijos, y un 15% para mujeres con cuatro o más hijos. Inicialmente este suplemento beneficiaría a las pensiones con fecha a partir del 1 de enero de 2016, pero ahora es la Comisión del Pacto de Toledo quien debate la propuesta a fin de incorporarla en la legislación de la Seguridad Social.

La medida va dirigida a las mujeres trabajadoras que vivan en España de forma continuada y que tengan derecho a pensiones contributivas de jubilación, viudedad o incapacidad permanente. Una vez hecho el cálculo de la pensión en función de cada prestación, se sumaría el porcentaje correspondiente de acuerdo al número de hijos.

Otros países ya han adoptado medidas, como es el caso de Francia, donde las mujeres trabajadoras que tengan más de tres hijos tienen derecho a mejoras en la pensión, o como el caso de Alemania, quien reconoce a todas las madres entre dos y tres años de cotización entendiendo que son periodos de educación de hijos.