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La demanda en la compra de pisos vuelve a reactivarse. Por primera vez en siete años, los indicadores que miden la salud en este mercado vuelven al terreno positivo, y han sido muchos los que, esperando a que los precios bajaran, han percibido que este es el momento de comprar. Por una parte, los compradores con mayor poder adquisitivo, con posibilidad de acceso a crédito, se decantan por los inmuebles de obra nueva y, los que tienen un presupuesto más ajustado, por los de segunda mano.

La tendencia en este sector viene promovida por una percepción positiva del entorno económico el cual genera la confianza para decidirse por la adquisición de un piso. Pero el motor de esta reactivación de la demanda ha sido el acceso al crédito hipotecario, con tipos de interés favorables así como ofertas atractivas, que buscan captar nuevos clientes y que darán un nuevo impulso al mercado.

A pesar de ello, las empresas del sector se mantienen cautas ante este hecho, ya que la demanda a medio y largo plazo todavía parece débil debido, principalmente, al número de desempleados o al bajo nivel adquisitivo de los compradores potenciales. Por tanto, estas empresas deberán adaptarse a la demanda real, ajustando la oferta a las condiciones de los compradores, ofertando inmuebles que, además de tener un buen diseño y prestaciones, se ajusten a su capacidad real de pago, es decir, hacer casas asequibles para la demanda actual.