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Con motivo del Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo celebrado ayer, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ha revelado que cada año mueren 2,3 millones de personas en el mundo a causa de accidentes o enfermedades laborales. Y cifra en 313 millones, las personas que cada año sufren lesiones derivadas de la actividad laboral. De ellas, 6.400 mueren cada día por accidente o enfermedad en el trabajo, con lo cual, al año suman 2,3 millones de muertes a nivel global.

Por tanto, estamos en una situación en la que la recesión económica y la búsqueda de la maximización de los beneficios por parte de las corporaciones no pueden justificar una menor preocupación por la seguridad en el trabajo. La OIT subraya que, además, esta situación tiene consecuencias económicas a nivel mundial. De hecho, cada año se pierde el 4% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial, unos 2,6 billones de euros, por costes relacionados con el tiempo de trabajo perdido, irrupción en la producción, tratamiento de lesiones, indemnizaciones, entre otros.

Por este motivo, la OIT apuesta por aplicar la Declaración sobre lugares de trabajo seguros y saludables, adoptada por el G20 en 2014 en Brisbane (Australia) a nivel global, para reducir los accidentes laborales así como mejorar las condiciones de trabajo.

Por consiguiente, a nivel nacional también se deben tomar medidas como la aplicación de la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo y su hoja de ruta, aprobada el pasado 24 de abril, y que servirá para reducir el incremento de accidentes laborales registrado.