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Ser autónomo se ha convertido en una oportunidad para acceder al mercado laboral. Pero antes de empezar, debes saber cuánto cuesta ser autónomo en España.

En primer lugar, conocer la base de cotización es fundamental. Cuando te das de alta como autónomo debes que indicar qué base de cotización tendrás. Con esta base, la Seguridad Social calcula cuánto tendrás que pagar al mes de cuota junto con tu pensión de jubilación.

Con la base de cotización mínima, tu cuota mensual sería de 264 euros, y la máxima de 1.075 euros. Estas cuotas cubren por incapacidad temporal (enfermedad común), pero si quieres que te cubra en caso de accidentes laborales, enfermedades profesionales y por un cese en la actividad (en caso de quedarte en paro), la cuota será más elevada.

En este último caso, sólo tienes acceso a la prestación por desempleo después de cotizar un mínimo de 12 meses y te da derecho a ésta únicamente durante 2 meses. Acceder a dicha prestación no es tarea fácil para muchos autónomos, por lo que el Gobierno se ha planteado tomar medidas al respecto para facilitar el acceso.

Otra de las mejoras impulsadas desde la Administración para favorecer a los autónomos es la llamada “tarifa plana”. Está dirigida a los nuevos autónomos, donde se aplica una rebaja de la cuota a la Seguridad Social. Durante los seis primeros meses se paga una cuota fija de casi 50 euros, y transcurrido este tiempo, para los mayores de 30 años se extiende a 12 meses más (duración máxima de 18 meses), mientras que para los menores de 30, la rebaja se hace extensible hasta 24 meses más (duración máxima de 30 meses).

Los impuestos de los autónomos son los mismos que para el resto de ciudadanos, se pagan a través del IRPF y el IVA. Así pues, la persona que quiera darse de alta como autónomo deberá dirigirse a una delegación de Hacienda y hacer una declaración censal facilitando sus datos personales, la actividad, la ubicación del negocio junto con los impuestos que deberá pagar por la actividad.

Por otro lado, la persona que quiera emprender como autónomo también deberá conocer una serie de gastos asociados al ejercicio de su actividad laboral. Por un lado los gastos legales en concepto de prevención laboral y, por otro lado, la protección de datos. Hay que recalcar que el incumplimiento de estas leyes puede acarrear sanciones.

Y para los negocios online, los gastos logísticos de los envíos no se deben pasar por alto a la hora de fijar el precio. Las licencias relacionadas con el software (antivirus, programas específicos…), se deben tener en cuenta a la hora de montar el negocio. Por último, y no menos importante, los costes de amortización de activos fijos o los logísticos vinculados al transporte.